martes, 26 de septiembre de 2017

Valentín Canalizo único NeoLeonés en ocupar la silla presidencial.


Solo como dato curioso!


¿Sabías que…hasta hoy, Valentín Canalizo es el único regiomontano en ocupar la silla presidencial? El general y político, quien fue presidente en dos ocasiones de la República Mexicana.

Valentín Canalizo nació en la ciudad de Monterrey, Nuevo Reino de León, el 19 de agosto de 1794.

Desde muy joven se alistó en las tropas realistas, a los dieciséis años, en agosto de 1811 fue aceptado como cadete en el ejército realista. Ya alistado como teniente coronel, se adhirió al Plan de Iguala promovido por Agustín de Iturbide en 1821. En la Batalla de El Álamo en Texas en 1836, fue comandante de la División del Norte en Tamaulipas.

En el México independiente un nuevo ejército fue creado. Canalizo se integró al ejército nacional con el puesto de coronel. En el Archivo de Cancelados de la Secretaría de la Defensa Nacional se encuentra su expediente, formado por casi tres tomos, en el cual es descrito de la siguiente manera, en una media filiación suya de ésa época, se le describió como de: "Calidad noble, pelo y cejas güeras, ojos azules, color blanco y nariz regular".

Rebelde y General.

Aunque la mayoría de los que habían formado el Ejército Trigarante estaban a favor de la emancipación, no todos tenía las mismas ideas políticas. La búsqueda de una nueva forma de gobierno llevaría a la formación de partidos y a la distensión entre los mexicanos. El descontento no se hizo esperar, sobre todo entre los antiguos insurgentes. En menos de dos años Canalizo se convertiría también en un insurrecto.
En 1833 se rebeló en contra de las reformas liberales que Valentín Gómez Farías proponía para acabar con los privilegios de la Iglesia y los militares. Bajo la consigna Religión y fueros, se proclamó en Ocotlán, Oaxaca, para defender la religión santa y sostener los fueros del ejército.


Aunque los principales líderes de este movimiento fueron pronto derrotados, Canalizo prosiguió la lucha durante varios meses más, hasta que finalmente la actitud conciliadora del presidente Gómez Farías lo convenció de deponer las armas. El hecho de no haber sido vencido le ganó reputación y en 1835 le fue otorgado el grado de general de brigada. Durante los siguientes años obtendría una serie de puestos importantes, como comandante militar del departamento de Oaxaca, prefecto de Cuernavaca, teniendo gobernador del Estado de México y gobernador de esa entidad.

Su carrera militar y política estuvo ligada a la del general Antonio López de Santa Anna, quien lo promovió a la presidencia en dos ocasiones distintas (1843 y 1844).

Formo un estrecho vínculo de lealtad y de amistad con Santa Anna, llegaría incluso a ser su padrino de boda en el segundo matrimonio del general veracruzano. Canalizo formó parte de una cúpula de militares, una élite de gobernantes, todos ellos surgidos de las filas del ejército que tras el desplome del federalismo como sistema político en México. Llamado por algunos historiadores como el Decenio Centralista, fue un período convulsivo caracterizado por el estancamiento económico y las luchas civiles. Diez hombres ocuparon la silla presidencial sucesivamente durante ese tiempo; pero cada uno fue expulsado del cargo a consecuencia de rebeliones armadas, golpes de Estado.

Primer mandato de 
Valentín Canalizo como Presidente fue del 4 de Octubre de 1843 a 4 de Junio de 1844. Segundo mandato como Presidente fue del 21 de Septiembre de 1844 a 6 Diciembre de 1844.

Con la caída de Santa Anna, la muchedumbre arremetió contra todo lo que representaba Santa Anna y su gobierno.

Como presidente interino, Canalizo trató de establecer el orden, pero el ejército se negó a obedecer. Encerrado en Palacio Nacional, en un arrebato de cólera comenzó a tomar disposiciones para hacer explotar un polvorin que había en el recinto. Dió orden para que fuera volado el Palacio Nacional, lo que estuvo a punto de cumplirse, escribió el historiador Alfonso del Toro, pero comprendiendo lo vano de su acción, pronto desistió.

A las tres de la mañana del día 7 después de que su seguridad personal y la de sus ministros fueron garantizadas por el general José Joaquín de Herrera, quién encabezaba la rebelión, Canalizo se rindió sin disparar un solo tiro. Esta revuelta sería recordada en la historia como la revolución de tres horas.

Hecho prisionero, fue sometido a juicio y condenado al destierro. Embarcó a Cádiz, España, cuando la presidencia del gobierno la retomó José Joaquín de Herrera, en donde permaneció durante casi dos años. Enterado en Europa de que México se encontraba en guerra con Estados Unidos, decidió regresar para ofrecer sus servicios a la nación.

En una carta escrita el 4 de junio de 1846 desde Madrid expresó al Congreso mexicano sus deseos de hacer frente a las tropelías e infamias de nuestros audaces vecinos, comprometiéndose a que después de concluida la defensa del territorio, saldría para cumplir con el destierro.
Fue así que el 14 de noviembre de 1846 llegó a Veracruz a bordo del vapor inglés Clayde, cuya insignia le sirvió para poder cruzar el bloqueo que la marina estadounidense mantenía sobre el puerto de Veracruz. Los vientos políticos habían cambiado y Santa Anna se encontraba de nuevo en el poder, favorecido otra vez por la opinión pública y dirigiendo al ejército contra los invasores. Canalizo fue nombrado ministro de Guerra y Marina cargo que ocupó brevemente, del 24 de diciembre de 1846 al 23 de febrero de 1847.


Como Secretario de Guerra Comando el Ejército del Norte para la campaña en Texas en la guerra contra los Estados Unidos (1846-1848). Luchó en numerosas batallas famosas de las Guerras de la historia de México. Canalizo abandonó la guerra, y se negó a volver a la batalla debido a la guerra severa desacuerdos estrategia con Santa Anna, y por lo tanto no tomó parte en la defensa de la Ciudad de México.

Recién retirado de la vida pública, murió joven en la ciudad de México, el 20 de febrero de 1850, a los 56 años.


Tercera Bandera Nacional. Utilizada por los conservadores tras la instauración de la República Central Mexicana de 1835 a 1846.


Como otro dato curioso; Valentín Canalizo tuvo varios descendientes destacados en eventos importantes en la historia de México. De 1926 a 1929 en la Guerra Cristera o Cristiada, estuvo prohibido ofrecer misa en las iglesias, y los católicos fueron perseguidos por el ejército del Presidente Plutarco Elías Calles. Doña Josefa Canalizo de Haas fingió estar enferma durante los tres años de la guerra, para poder ofrecer misa en el piso superior de la Casa Haas a sus familiares, vecinos y amigos, quienes fingían visitarla en calidad de enferma. Doña Josefa fundó la iglesia de El Roble, Sinaloa, pueblo en México fundado por su marido Don Guillermo Haas.



¡Siéntete orgulloso de tus raíces y de tu patria neoleonesa!

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